martes, 2 de agosto de 2011

TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN-DERECHOS HUMANOS O ÉTICA

MARTES: HUMANO Y PASIONES
2 AGOSTO 2011

La teoría de la evolución planteada por Charles Darwin ha sido una de las ideas que más han influenciado a la ciencia a lo largo de la historia.

Cambió sobre todo la forma en que pensamos acerca de la vida y del universo y nuestra propia percepción del ser humano en el contexto de la naturaleza.

La idea sobre nuestro origen y el papel de un dios o varios capaces de controlar nuestro pasado, presente y futuro, se vieron vulneradas al concebir al hombre como producto de la naturaleza.

Charles Robert Darwin nació en 1809 y era miembro de una familia aristocrática de la Inglaterra victoriana.

Al principio estudió para convertirse en médico como su papá pero luego se arrepintió y decidió seguir una carrera como clérigo.

Mientras se preparaba para ello, recibió una invitación para convertirse en el naturalista del HMS Beagle, un barco comandado por el capitán Robert Fitzroy, quien tenía una misión cartográfica.

Ese viaje a bordo del Beagle, entre 1831 y 1836 es considerado uno de los más importantes en la historia de la ciencia debido a las aportaciones biológicas que generó.

Después de su regreso a Inglaterra, Darwin se dedicó a organizar y escribir sus experiencias y observaciones del viaje. Su libro le abrió el camino para desarrollarse como un naturalista reconocido.

Durante los siguientes 20 años, publicó un par de libros, y desarrolló el manuscrito con sus ideas sobre la transmutación de las especies.

Básicamente su teoría dice que todos los seres vivos, incluido el hombre se agrupan en unidades naturales de reproducción que denominamos especies.

Esto quiere decir que las especies que ahora pueblan la tierra proceden de otras especies distintas que existieron en el pasado y que se fueron modificando de acuerdo a las necesidades de evolución.

Así es como se explica la transformación de especies en otras diferentes.

Según la teoría de la evolución, hay especies que compartieron un antepasado común que en algún momento sufrió un cambio, así fue como Darwin concluyó que nosotros y los chimpancés compartimos un origen común hace unos 5 millones años.

Eso implica que tuvimos también un antecesor común con cualquiera de las bacterias que existen hoy en día y que tal vez se originó hace más de 3 mil millones de años.

Lo verdaderamente revolucionario en Darwin fue el proponer un mecanismo natural para explicar la génesis, diversidad y adaptación de los organismos.

Ello implicaba que las diferencias en la forma, en la conducta, o en la fisiología de los organismos de una especie era lo que hacía posible producir nuevas poblaciones, nuevas especies, y por extensión, toda la diversidad biológica.

El color de piel, la cantidad de cabello, la altura y otras características de determinados grupos humanos se van dando por las necesidades de la especie para adaptarse a su entorno.

Así, lo que no sirve o no es capaz de adaptarse simplemente se extingue, las especies que evolucionan prevalecen.

Hoy se sabe que el 99.9% de las especies que han existido están extintas y muchas de ellas no han dejado descendiente alguno.

Las especies que hemos sobrevivido, nos hemos adaptado al entorno de una manera natural, y un ejemplo es por qué la gente negra ha podido vivir en África y la gente blanca en Europa.

Los blancos son distintos porque perdieron el pigmento de melanina en la piel, esto hizo que absorbieran más radiación solar y su cuerpo lo compensara produciendo más vitamina D.

Sin embargo, hoy en día este proceso evolutivo y de selección natural está siendo alterado por el ser humano.

Y es que Darwin, en su momento consideró sólo tres elementos en su teoría: la selección natural, la mutación y cambios aleatorios.

Pero no consideró la influencia que podría tener el hombre en su propia evolución.

Hoy en día la genética, la robótica, la medicina y hasta los anticonceptivos han alterado no sólo los patrones reproductivos sino también las expectativas de vida del ser humano.

Esto ha propiciado no sólo cambios biológicos sino también sociales y económicos.

Las nuevas sustancias químicas y la contaminación también han alterado la genética humana.

Entonces entramos en un debate que implica dos opciones, dejar que la naturaleza decida o simplemente tomar la evolución en nuestras propias manos.

Esto último implica experimentos genéticos capaces de cambiar el rumbo natural de la fisionomía eligiendo el sexo, color de ojos, pigmento de la piel, color de cabello y hasta las enfermedades que se podrían sufrir.

También implica revivir especies que la selección natural extinguió o que se extinguieron a causa del mismo hombre.

Y para hablarnos de hasta donde tiene derecho el hombre a jugar con la selección natural y la evolución de las especies nos acompaña hoy Héctor Velázquez Fernández.

1 comentario:

  1. La teoría de la evolución incluye la idea de formas inferiores de vida evolucionando hacia formas superiores. Por eso se cree que también los seres humanos somos descendientes de alguna forma inferior de vida. Se enseña que humanos y simios habrían tenido el mismo progenitor, de características animales; por ello los científicos tratan de encontrar esqueletos. Su accionar está profundamente influido por preconceptos y expectativas. Suponen que seres vivientes como los seres humanos han estado sobre el planeta por cientos de miles de años, a pesar de la evidencia histórica mostrando que la historia de la humanidad no se extiende más allá de unos 5,000 años atrás. A continuación vamos a analizar la evidencia relacionada con estos hallazgos y cuán satisfactorios son estos.

    http://www.jariiivanainen.net/teoriadelaevolucion.html

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