jueves, 31 de marzo de 2011

All-Bran, la importancia de que la mujer consuma cereal de fibra natural de salvado de trigo.

Irreverente 31 de marzo de 2011 Al igual que ha evolucionado nuestro ritmo de vida, han evolucionado también nuestros hábitos alimenticios y a través de los años ha disminuido nuestro consumo diario de fibra. Actualmente los mexicano consumimos unos 17 gramos diarios, cuando los expertos de nutrición en México recomiendan que mujeres y hombres consuman de 30 a 35 gramos de fibra por día respectivamente. Pero, ¿qué es la fibra y por qué es tan importante que la incluyamos en nuestra alimentación diaria? La fibra es un componente de los alimentos de origen vegetal que nuestro organismo no es capaz de digerir, esto significa que la fibra viaja casi intacta a través de todo el sistema digestivo hasta ser desechada. Esta cualidad, hace que la fibra no aporte calorías a nuestro cuerpo y en cambio, brinde muchos beneficios a nuestra salud. Las fibras se dividen en dos grupos: Fibra soluble: es aquella que se puede disolver en agua, favorece la disminución de los niveles de colesterol y ayuda a mantener estables los niveles de glucosa. Además ayuda a inhibir el crecimiento de bacterias y hongos que pueden causar enfermedades. Fibra insoluble: es aquella que no se disuelve en agua y le da volumen y peso a los desechos. Ayuda a acelerar el movimiento de los alimentos a través del sistema digestivo. Promueve la regularidad y ayuda a reducir el estreñimiento. Además, ayuda a sentirse satisfecho más rápido y por más tiempo. Dentro de este tipo de fibras insolubles se encuentra la fibra natural de salvado de trigo que entre los cereales es considerada la mejor fibra para la regularidad digestiva. Consumimos fibra cuando comemos frutas, verduras o leguminosas como frijoles, habas, lentejas, etc.. Hay productos como All-Bran, que cuentan con fibra natural de salvado de trigo en sus cereales. El salvado es la capa externa dura que cubre el germen del grano de cereal ya sea de trigo, arroz, maíz o avena. Prácticamente toda la fibra que contienen los granos de cereales está presente en el salvado. De los diferentes tipos de salvado, el trigo tiene mayor concentración de fibra dietética. Mientras que el salvado de arroz contiene 13% de fibra y el de avena 18%, el salvado de trigo contiene 40% de fibra. Estudios científicos han comprobado que la fibra natural de salvado de trigo es la mejor de los cereales para ayudar a regularizar la digestión, a reducir la fatiga y aumenta el número de bacterias benéficas en el tracto digestivo inferior. All Bran hizo una encuesta entre sus consumidoras femeninas y el 85% de ellas sintieron resultados positivos al tercer día de comsumirlo. Al tener que masticar más tiempo y debido a la capacidad de absorber mucha agua y aumentar su volumen, la fibra también contribuye a darnos la sensación de estar satisfechos. Además la masticación estimula la producción de saliva que también ayuda en el proceso digestivo. La fibra también ayuda a disminuir los niveles de colesterol en sangre y a controlar la glucemia, es decir, la cantidad de azúcar en la sangre. Cuando las fibras llegan al tracto gastrointestinal, se unen a los ácidos biliares y al colesterol, evitando que estos se absorban y aumentando su excreción. De esta manera disminuye el colesterol endógeno y descienden los niveles en la sangre, lo cuál es muy útil para prevenir o controlar enfermedades cardiovasculares. También favorecen la eliminación de bacterias, toxinas y grasas saturadas. Cuando nuestra dieta está demasiado cargada con alimentos de origen animal, nuestro organismo desarrolla una gran variedad de bacteroides y bacterias Gram negativas. Las bacterias actúan sobre los ácidos biliares y el colesterol generando sustancias que al degradarse podrían tener una acción carcinogénica o co-carcinogénica, es decir producir cáncer. Cuando la fibra limpia el organismo, contribuye a la eliminación de esas sustancias tóxicas en nuestro organismo y por lo tanto reduce las posibilidades de de padecer cáncer de colon. De hecho, la fibra ganó fama mundial cuando, en 1971, se publicó un informe demostrando que en los países donde la gente tiene dietas ricas en fibra, sufren menos cánceres de intestinos y de recto. La fibra en la dieta disminuye el tiempo entre la ingestión y la eliminación de las materias de desecho y por eso reduce el tiempo de contacto entre las sustancias cancerígenas y los intestinos.

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