martes, 22 de febrero de 2011

Hospital ABC: Medicina Robótica en cáncer de próstata

Humano y pasiones
22 de febrero de 2011

Si hay algo que ha marcado la evolución del ser humano es la construcción de máquinas que asemejen las funciones del hombre pero en menor tiempo, con menos esfuerzo y mayor precisión.

Los conocimientos mecánicos llevaron por ejemplo a los egipcios a unir a las estatuas de sus dioses brazos mecánicos que eran manejados por los sacerdotes atribuyendo el movimiento a los dioses en cuestión.

Pero el invento del primer robot como tal se le atribuye a James Watt, quien lo inventó en 1788, para ayudar a las fábricas a mejorar su productividad controlando la velocidad y el flujo de vapor de sus fábricas.

Así empezó una nueva era de automatización de procesos industriales.

Esta búsqueda de máquinas que pudieran sustituir al ser humano en determinadas actividades llevó a la creación de los llamados “robots”.

Uno de los principales inventos dentro de la robótica fue el del brazo articulado creado por George Devol en 1954 y llamó a su proyecto manipulador o brazo artificial multiarticulado.

Sin embargo, fue hasta 1975 cuando se produjo el verdadero brazo robot y su inventor fue Victor Scheiman, quien desarrollo un brazo polivalente muy flexible.

Su nombre científico fue PUMA y se convirtió en la base de la mayoría de los robots que actualmente se proyectan y fabrican.

Este brazo podía hacer cualquier actividad que un brazo humano pudiera realizar de forma muy precisa.

Poco a poco fueron creándose nuevos equipos auxiliados por software sofisticado que les permitía hacer diferentes actividades.

Una de esas actividades que se vieron beneficiadas por la robótica fue la medicina.

La neurocirugía y la traumatología fueron las primeras especialidades quirúrgicas donde se utilizaron los robots.

En neurocirugía, los robots fueron aplicados en muchas intervenciones que requieren una localización anatómica exacta, mejor visualización del campo operatorio y una absoluta precisión en las maniobras.

En 1985 Kwoh realiza una cirugía de cerebro usando un robot industrial modificado para guiar un haz de rayos láser.

En traumatología y ortopedia, el RoboDoc fue desarrollado para asistir a los cirujanos en la colocación de prótesis de cadera.

Empleando el RoboDoc, el hueso puede ser seccionado para luego colocar la prótesis con una precisión diez veces mayor que con la técnica manual.

La cirugía cardíaca demostró interés casi de inmediato pues es un área que se beneficia demasiado al tener la posibilidad de insertar los bypass coronario con pequeñas incisiones realizadas entre las costillas.

Entre los beneficios de la robótica en cirugía cardiotorácica están el reducido riesgo de infección, la escasa pérdida de sangre, menor dolor posoperatorio, corta estancia hospitalaria y una rápida recuperación.

En urología, el primer procedimiento realizado con la asistencia del robot fue la extracción del tejido de la próstata y fue realizada en 1991.

El robot utilizado fue especialmente diseñado para este tipo de cirugía en 1989 y tenía estaba definido bajo el concepto off-line, es decir, un robot preprogramable que puede operar sin intervención de humanos.

Desde entonces, cientos de robots han sido utilizados en más de 250 mil cirugías sobre todo en Europa, América y Asia.

Hoy en día, la robótica ha contribuido a reducir la mortalidad en el cáncer de próstata.

El procedimiento que se realiza se llama “prostatectomia radical laparoscópica asistida por robot”.

Antes, el cáncer de próstata era diagnosticado cuando la enfermedad ya estaba muy avanzada y las opciones de tratamiento eran limitadas.

Hoy en día, este tipo de cáncer puede detectarse en etapas más tempranas y por lo tanto las expectativas de vida son mayores.

La prostatectomía radical abierta consiste en la extirpación completa de la glándula prostática, las vesículas seminales y los ganglios linfáticos pélvicos, mediante una incisión del pubis al ombligo.

Cuando se usa la asistencia de un robot, se ofrece al paciente una cirugía menos invasiva, con menor pérdida de sangre y una más rápida y mejor recuperación de la continencia y la potencia sexual.

Uno de los métodos más modernos en cirugía para combatir el cáncer es la Prostatectomía robótica da Vinci.

El sistema de prostatectomia da Vinci, creado por Intuitive Surgical, es el primer robot quirúrgico “intuitivo” en existencia.

A la fecha, el sistema robótico da Vinci ha sido aprobado por la Drogs and Food Administration para ser usado en diversos procedimientos quirúrgicos.

Esto incluye cirugía laparoscópica general, torascopia (cirugía de pecho), Prostatectomía laparoscópica radical y otros procedimientos cardiacos.

Con esta técnica, el procedimiento es mucho más fácil, porque literalmente se puede aproximar el enfoque e identificar diferentes estructuras.

Permite ver y controlar con toda claridad los vasos sanguíneos y además permite elegir qué se desea extirpar y qué conservar.

Es importante saber que este aparato se puede utilizar para la operación en cualquier etapa de la enfermedad siendo 100% seguro.

El robot dispone de unos brazos quirúrgicos que el cirujano maneja por medio de mandos y realiza movimientos finos y muy precisos.

También está dotado de una cámara que ofrece al médico imágenes tridimensionales de alta definición en tiempo real.

Esta tecnología está disponible en México desde el 2007 a través del Hospital San José del Tec de Monterrey.
Los hospitales de Estados Unidos cuentan con poco más de mil robots Da Vinci también están presentes en casi todos los de países de Europa donde está incluido en casi todos los programas de atención hospitalaria.

En América Latina está sólo en algunos países como Argentina, Brasil, Venezuela y Puerto Rico.

EL QUIRÓFANO INTELIGENTE

El concepto del quirófano inteligente es algo que poco a poco se populariza más con avances como el control del equipo por medio de comandos de voz.

El cirujano puede interactuar con los equipos e instrumentos de la sala de operaciones, enlazarse por videoconferencia con otros cirujanos e interactuar simultáneamente y en tiempo real con un experto, aunque este se encuentre a miles de kilómetros.

Los sistemas inteligentes y robots ya se aplican en la microcirugía endoscópica, en cirugía abdominal, cardiaca y de fertilidad.

Además ya están siendo usados en cirugía fetal intrauterina, así como en teleasistencia y teleenseñanza, ya que cirujanos expertos pueden asistir a otros cirujanos durante un procedimiento sin pisar el quirófano.

Incluso ya se están creando órganos biónicos, como corazones, arterias y extremidades, así como microrobots y sistemas biointeligentes, que se adaptan al ser humano.

También hay biochips o microcircuitos electrónicos con componentes biológicos de aminoácidos y fragmentos de ADN.

CÁNCER DE PRÓSTATA

El cáncer de próstata es una enfermedad en la cual células cancerígenas se forman en los tejidos de la próstata.

La próstata es una glándula en el sistema reproductor masculino localizada debajo de la vejiga y delante del recto.

Es aproximadamente del tamaño de una nuez y rodea la uretra, el conducto por donde sale la orina desde la vejiga al exterior. La próstata produce fluido que integra parte del semen.

Más del 70% de los hombres diagnosticados con cáncer de próstata cada año tienen más de 65 años.

No hay síntomas observables de cáncer de próstata mientras se encuentra en las primeras fases, pero puede reconocerse en las primeras etapas gracias a pruebas como el antígeno prostático específico.

En etapas avanzadas, los síntomas incluyen dificultad o frecuencia urinaria, sangre en la orina o dolor de huesos.

Los riesgos de que aparezca cáncer de próstata aumentan con la edad, es raro que se desarrolle en hombres menores a 40 años y la mayoría de los casos se da después de los 65.

Hombres con padres o hermanos que padecen o padecieron cáncer de próstata tienen doble probabilidad de contraer la enfermedad.

Los hombres que tienen 3 parientes diagnosticados con cáncer de próstata es muy probable que contraigan la enfermedad.

Los Hombres afro americanos tienen un 60% más de probabilidades de contraer cáncer de próstata que los hombres blancos, y dos veces mayor el riesgo de morir a causa de ello.

Los hombres obesos tienen un 33% más de probabilidades de morir a causa de cáncer de próstata.

El reconocimiento de cáncer de próstata consiste de dos exámenes:

1. Un examen de sangre para medir niveles de antígeno prostático específico. Esta prueba puede empezar a hacerse a los 50 años o antes si se tiene predisposición a padecer la enfermedad.

2. Un examen físico de la próstata y un examen rectal digital. El examen rectal digital es un examen físico, rápido e indoloro, donde el doctor busca anomalías en la superficie de la próstata que resulte ser un tumor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario