martes, 11 de enero de 2011

Sexualidad, inconsciente y psicoanálisis

Humano y Pasiones
11 de enero de 2010

Este mes se llevó a cabo la conferencia “Sueños, inconsciente y sexualidad en la Clínica Psicoanalítica”, organizado por la Asociación Psicoanalítica Mexicana en el marco de su 50 Congreso Nacional de Psicoanálisis.

Esto sólo fue la antesala del Congreso Mundial de Ppsicoanálisis, que se llevará a cabo el próximo año también en México para conmemorar los 100 años de la Fundación de la Asociación Psicoanalítica Internacional fundada por Sigmund Freud.

Todos soñamos y lo hacemos todas las noches aproximadamente cada 90 minutos durante una fase de 5 a 20 minutos.

Podemos identificar que alguien sueña cuando mueve los ojos horizontalmente.

Según los especialistas los sueños son construcciones eróticas, es decir, son actividades intrapsíquicas en las que tratamos de unir todo lo disperso que pueda haber en nuestro funcionamiento personal.

El erotismo se considera como una tendencia natural a unir lo separado y no siempre es de naturaleza sexual.

Podemos construir sueños eróticos sexuales, o nada más eróticos o simplemente fisiológico-sexuales.


Los sueños eróticos siempre implican vitalidad y energía, en cambio los sueños simplemente sexuales suelen ser inafectivos e impulsivos.

La sexualidad prohibida en la cultura occidental se rige por normas sociales, legales y religiosas.

Hay prohibiciones por ejemplo por el sexo tumultuoso, con una mujer u hombre casado o con pareja, la sexualidad incestuosa o con menores y esto puede representar simbolismos en los sueños.

Según Freud, los seres humanos nacemos y vivimos como entes sexuales, es decir desde bebés somos ya sujetos sexuales y aprovechamos el pecho de la madre para las primeras descargas libidinales.

Después de la fase autoerótica del desarrollo libidinal, viene la sexualidad fálico-edípica que se considera prohibida, pero que al soñar se activa desde lo inconsciente.

Los sueños revelan todos los secretos, pero los representan simbólicamente, es decir en forma distorsionada y apropiada para ser comunicados sin que dañen ni perturben.

Analizar los sueños es trabajar para desarrollar nuestra personalidad en general, incluyendo nuestra sexualidad, creatividad, autocuración, valores morales, ideales, metas, proyectos de vida y espiritualidad.

LAS TEORÍAS DE FREUD

No hay nada más subjetivo en el ser humano que los sentimientos y los sueños, así que el hecho de tratar de entender científicamente un sueño por ejemplo, es toda una osadía.

Pero eso fue precisamente lo que hizo Sigmund Freud, tratar de encontrar la parte objetiva y racional de un sueño.

Una de sus obras más famosas precisamente se titula “La interpretación de los sueños" y en el trataba de encontrar el sentido oculto que nos hace pensar mientras dormimos.

Y es que cuando dormimos pareciera que el cuerpo se pone en espera mientras se recarga de energía, sin embargo, el psique no descansa, no hay forma de frenarlo y sigue trabajando.

Según Freud, aún durmiendo seguimos percibiendo estímulos que nos hacen reaccionar de ciertas formas.

Cuando soñamos algo, generalmente no entendemos su significado, sin embargo Freud creía que eso era mentira, pues en el fondo todos sabemos qué significa pero creemos ignorarlo.

Para Freud, todo lo que soñamos contiene elementos que son sustitutos de un contenido inconsciente.

Ahora, en un sueño hay dos tipos de contenido: por un lado el contenido manifiesto que es el relato del sueño tal y como lo recordamos.

El otro contenido es el latente, que es la parte oculta que tiene otra interpretación.

Esta investigación de los sueños se ha podido llevar más a fondo a través de los sueños de los niños, pues ellos, a diferencia de los adultos, sueñan breve, claro y coherente.

Los sueños infantiles son generalmente una reacción a lo que les sucede un día anterior o son respuesta de un deseo insatisfecho.

En los adultos, los sueños más bien son deseos que normalmente no serían aceptados por la conciencia, como es el caso de los deseos de tipo sexual.

La conciencia reprime estos deseos incómodos pero no son eliminados, sólo se destierran a nuestra parte inconsciente.

Parece increíble pero en nuestros sueños hay un tipo de censura que elimina ciertos elementos y sustituye ciertos elementos por otros, es decir les da un simbolismo.

Lo que se puede concluir de las propuestas de Freud es que los sueños son resultado de una elaboración psíquica, el resultado de lo reprimido que intenta emerger y la censura que se lo impide.

En 1915, Freud propuso la presencia de tres instancias psíquicas:

1. Sistema consciente
2. Sistema preconsciente
3. Sistema inconsciente

El sistema consciente está asociado a lo que somos capaces de percibir y a las cosas sobre las cuales podemos decidir.

Sistema preconsciente es una especie de limbo donde los contenidos no son totalmente conscientes pero nos podemos percatar de ello, es decir, son cosas en las que no pensamos todo el tiempo pero que podemos recordar fácilmente.

Es decir, no pensamos todo el tiempo en nuestra película favorita, sin embargo, cuando hablamos de cine podemos acceder a esa información en nuestro cerebro.

El sistema inconsciente es el verdadero descubrimiento de Freud y se refiere a contenidos a los que no podemos acceder de manera voluntaria porque han sido reprimidos en algún momento.

Lo que intenta el psicoanálisis es precisamente hacer consciente lo inconsciente para explicar ciertas conductas, manías, intereses o desordenes.

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