lunes, 4 de octubre de 2010

Micro y macro expresiones

Innovadores y Cosmopolita
4 de octubre de 2010


La comunicación no verbal existe desde la aparición del hombre, incluso, antes de que éste pudiera hablar.

Nos podemos comunicar sin lenguaje, a través de señales, gestos, escritura, sonidos y movimientos.

Pero de ese tipo de lenguaje no verbal no hablaremos.

Sino del lenguaje que muestra nuestra cara o nuestro cuerpo cuando hablamos.

Cuando mentimos nuestra boca dice una cosa, pero nuestro cuerpo nos delata.

Y aunque la comunicación no verbal no fue tan estudiada como la comunicación verbal, se han realizado algunos estudios.

Charles Darwin escribió en 1872, el libro The emotions in man and animals.

En este sugería que las personas teníamos expresiones comunes.

También destacó la importancia de la comunicación y de la supervivencia biológica.

Por su parte David Efron, en su libro Gesture and environments, escrito en 1941, expresó la Importancia de la sociedad en la formación de nuestros gestos.

En 1956 se utilizó por primera vez el término “no verbal”, por el psiquiatra Jürgen Ruesch y el fotógrafo Weldon Kees, en el libro Nonverbal Communication.

Fue el primer libro donde aparecían imágenes que argumentaban la teoría de la existencia de la comunicación no verbal.

El antropólogo Albert Mehrabian explica que la mayoría de las comunicaciones, entre las personas, lo que importa más son los gestos.

El 7% de la información se atribuye a las palabras, mientras que el 38% a la voz (entonación, proyección, resonancia, tono, etc.).

Y el 55% al lenguaje corporal (gestos, posturas, movimiento de los ojos, respiración. Etc.)

Pero, él aclara, que no es una ley.

Actualmente, los investigadores señalan que del 60 a un 70% de lo que comunicamos lo hacemos mediante el lenguaje no verbal.

Es decir, gestos, apariencia, postura, mirada y expresión.

En resumen el lenguaje no verbal es en parte innato, imitativo y aprendido.

La cara tiene 43 músculos y se pueden generar 10 mil combinaciones posibles.

Existen dos tipos de expresiones faciales:

Las Macroexpresiones ocurren espontáneamente y es cuando las personas no tienen ninguna razón para manejar o para modificar su expresión.

Y las Microexpresiones son las que ocurren cuando las personas reprimen o encubren alguna emoción.

MICROEXPRESIONES Y PAUL EKMAN

Cada vez que una persona miente o trata de ocultar sus emociones, se producen pequeños movimientos involuntarios de sus músculos faciales.

Estos pequeños movimientos, que están ahí por mucho esfuerzo que hagamos por ocultarlos, se conocen como microexpresiones.

Hay siete tipos de microexpresiones universales: tristeza, sorpresa, ira, desprecio, asco, terror, felicidad.

Estas microexpresiones son universales y no depende de la edad, geografía o cultura.

Estos gestos, son pequeñas traiciones de nuestro semblante que pueden sacar a la luz nuestros sentimientos ocultos.

Estos cambios tan sutiles del rostro aparecen ya antes de que la persona empiece a comportarse de un modo emotivo o emocional.

A pesar de todo esto no siempre son fáciles de detectar, ya que se trata de gestos que aparecen y desaparecen en una fracción de segundo.

Solo quienes tengan una buena capacidad de observación y hayan entrenado su ojo clínico de una forma u otra son capaces de descifrarlos.

Para facilitar su estudio, Paul Ekman, un científico estadounidense, creó el Facial Action Coding System.

Es un método para clasificar los movimientos asociados a los músculos de la cara.

Pero combinar los movimientos de músculos individuales sería una tarea titánica y poco práctica, así que Ekman decidió agrupar los músculos en “clusters” o Unidades de Acción.

Aún con esta aproximación simplificada es posible contar más de 10 mil expresiones faciales distintas.

También llevó a cabo el proyecto “Wizards” (magos), posteriormente llamada Proyecto Diógenes.

Consistía en determinar qué porcentaje de la población era capaz, de manera natural, de determinar a simple vista si una persona está mintiendo o no.

Los llamados “Magos” que determinaba el estudio, eran aquellas personas que podían ubicar mentiras con una efectividad mayor al 80%.

El estudio reveló que apenas el 0.0025% de la población tiene esta facultad, pues de 20 mil personas estudiadas, tan sólo 50 cumplieron con el criterio.

Hechos como éste han ayudado a alimentar el “mito” de los mentalistas que son capaces de leer la mente de las personas.

La realidad es que probablemente sean personas con una excelente capacidad de observación.

Algunas características "físicas-faciales" de las 7 expresiones universales son:

TRISTEZA: Los párpados decaen mientras que las esquinas interiores de las cejas se elevan, y en extrema tristeza, se estiran aún más.

Las esquinas de los labios decaen mientras que los labios inferiores llegan a fruncirse un poco a modo de puchero.

SORPRESA: Los parpados se abren junto a las cejas que se elevan, la mandíbula cae dejando la boca algo abierta.

IRA: Ambos parpados (inferior y superior) se estrechan junto a las cejas. En una ira intensa, los las cejas se elevan.

La mandíbula se inclina hacia adelante; los labios se presionan, y tal vez el labio inferior se aprieta hacia arriba.

DESPRECIO: Esta es la única expresión que aparece en un solo lado de la cara: una mitad del labio superior se aprieta hacia arriba.

ASCO: La nariz se arruga y se levanta el labio superior, mientras que el labio inferior sobresale.

TERROR: Los ojos se abren junto a los parpados superiores, como sorprenderse pero juntando (frunciendo las cejas). Los labios se extienden horizontalmente.

FELICIDAD: Las esquinas de la boca se deslizan en una sonrisa. Los parpados se aprietan ligeramente, las mejillas aumentan, y las esquinas exteriores de las cejas decaen.

NÚMEROS

El 93% de lo que se comunica se realiza sin palabras.

Las personas normales dicen entre 4 y 20 mentiras por día.

El hombre gesticula mucho más que la mujer al decir una mujer.

Los sujetos entrenados reconocen alrededor de un 54% de las mentiras de una conversación.

Las mentiras son reconocidas por los otros en sólo un 47% de las ocasiones; las verdades en un 60%.

Se tardan un 30% más de tiempo en elaborar una mentira que recordar un hecho verdadero.

Las mujeres tienden a mentir para agradar al otro; el hombre hace para lucirse o ganar poder.

Existen más de 2 mil expresiones faciales distintas, sólo se reconocen 78 en los mentirosos.

Los resultados por Consulta Mitofsky, en el 2007, arrojó que los mexicanos mentimos 4 veces al día, en promedio.

18.1% miente por necesidad

16.8% miente por conveniencia

14.8% miente para evitar conflictos

8.3% miente por costumbre

6 de cada 10 mienten a su pareja

2 de cada 10 engañan a sus padres y jefes

38% de los hombres mienten a sus parejas; mientras el 32% de las mujeres lo hacen.

1 comentario:

  1. Muy bueno, he anotado los libros, para comprarlos y leerlos, muy interesante y completo, gracias..

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