jueves, 12 de agosto de 2010

Los niños y el café

Irreverente
12 de agosto de 2010


Ya cuando los niños pasan a la etapa preescolar y prácticamente comen de todo, muchas mamás se cuestionan acerca de si pueden tomar su taza de café.

Es habitual que, los pequeños tomen su café con leche en el desayuno o en la cena desde que tienen 6 o 7 años.

Diferentes estudios científicos han demostrado que tomar cafeína no produce efectos negativos ni riesgos para la salud de los pequeños.

Pero, ¿qué tanto podemos confiar en ello?

La cafeína es un excitante que, tomado en su justa medida, es decir, entre una y tres tazas, no provoca efectos secundarios.

Es más, aporta una serie de virtudes interesantes para activar el sistema nervioso, “despertarnos” por las mañanas y prevenir los dolores de cabeza.

Es cierto que no requerimos del consumo de cafeína para poder vivir correctamente, pero su consumo normal y moderado no tiene riesgos para la salud.

Entendido esto en el consumo de café por parte de un niño, es cierto que esto también aplica para los niños.

No tiene efectos perjudiciales en ellos siempre y tome sólo una o dos tazas de café.

En referencia a si el café provoca hiperactividad en los niños, la única realidad es que los niños no son más sensibles que los adultos a la cafeína.

Y esto no solo aplica a los alimentos con cafeína, sino también en tomar un vaso de café con leche.
Lo cierto es que aunque no sea dañino para su salud, muy pocos niños consumen café y los que lo hacen toman pocas tazas o lo diluyen con leche.

Pero en realidad por lo que muchos se oponen a que los niños consuman café es la cafeína que contiene.

El problema es que los niños no sólo ingieren la cafeína en una taza de café, también la obtienen tomando refresco, té, chocolates o incluso algunas medicinas.

Esto es porque algunas hojas de té, el cacao y la nuez de coca, también contienen cafeína.

Una taza de café puede contener entre 60 y 110 miligramos de cafeína.
Una taza de té entre 10 y 90 mg.
Una taza de chocolate entre 5 y 40 mg.
Las bebidas de cola pueden contener 35 mg.
Una barra de chocolate de 50 gramos tiene entre 10 y 60 mg de cafeína.
Las píldoras de uso terapéutico contienen entre 30 y 65 mg.

Una dosis letal de cafeína podría ser de 5 mil miligramos, el equivalente a tomar más o menos 40 tazas bien cargadas de café en una sentada.

Esto es muy difícil que suceda en un adulto y mucho más difícil en un niño.

Además hay que señalar que el café es diurético y al ir al baño, se libera cafeína a través de la orina.

El tiempo requerido para que el cuerpo elimine la mitad de la cantidad total inicial de cafeína varía, por ejemplo:

Es de acuerdo a la edad, función hepática, embarazo, otras sustancias en el organismo y más.

En adultos sanos, la vida media de la cafeína es de unas 5 horas.

En mujeres que están tomando anticonceptivos orales es de 5 a 10 horas.

En mujeres embarazadas la vida media es de aproximadamente de 9 a 11 horas.

La cafeína puede acumularse en personas con enfermedades hepáticas severas, incrementando su presencia en el cuerpo hasta por 96 horas.

En bebés y niños, la vida media de la cafeína en el cuerpo, es más amplia que en adultos.

En un recién nacido puede ser de hasta 30 horas.

Es por ello que se recomienda que los niños tomen café hasta después de los 7 años.

Lo más recomendable es que los padres usen el mismo sentido común que usan para dar a sus hijos cualquier otra comida o bebida.

En dosis elevadas o exageradas el café puede ser nocivo para la salud, pero en dosis moderadas puede ser incluso benéfico.

LA CAFEÍNA

La cafeína es un ingrediente activo del café que está presente en muchas comidas y bebidas.

Es el estimulante más popular y aceptado del sistema nervioso central.

Se encuentra en más de 60 especies de plantas distribuidas en todo el planeta.

Se ha descubierto que la cafeína está presente en el café, el té, el cacao, el chocolate y los refrescos, como las bebidas cola y el guaraná.

Fue descubierta en las semillas del café en 1820 y años más tarde se demostró que la “teína”, un alcaloide de las hojas de té, era en realidad cafeína.

El té, en peso, contiene más cafeína que el café.

De acuerdo a los expertos, la cafeína, pertenece al grupo de sustancias llamadas “xantinas”.

Estimula el cerebro al interferir en la acción de un transmisor nervioso que produce calma y tranquilidad.

Provoca una sensación de euforia y de fuerza durante algunas horas.

También facilita la actividad intelectual y la creatividad, al mantener despierto y en estado de alerta a su consumidor.

Todo esto ocurre junto con un incremento de los niveles de adrenalina y noradrenalina, que son neurotransmisores activadores.

La máxima concentración en la sangre se alcanza entre los 30 y 45 minutos de haberla ingerido.

A las tres horas ya se ha eliminado la mitad de lo que se absorbió.

Según el libro de Farmacología, del doctor Manuel Litter, esta sustancia actúa en distintos niveles en todo el cuerpo.

Con dosis habituales de dos a cuatro tazas diarias de café estimula las funciones psíquicas, lo que aparentemente no es seguido de depresión.

Hace más fácil el esfuerzo intelectual, la asociación de ideas y atención.

En el nivel del sistema cardiovascular actúa estimulando el corazón.

Tanto la cafeína como la teofilina provocan disminución del flujo sanguíneo cerebral por vasoconstricción, aliviando de esta manera la cefalea.

Otro efecto importante es que aumenta la secreción de jugos -como el ácido clorhídrico y la pepsina- en el estómago.

Esto la convierte en una sustancia irritante de la mucosa gástrica, pero a su vez, tiene acción antiespasmódica en la vesícula.

La cafeína posee también un leve efecto diurético, aumenta la capacidad de trabajo muscular, refuerza la contracción, retarda y alivia la fatiga.

Finalmente, produce un muy pequeño efecto en los pulmones, dilatando los bronquios.

BENEFICIOS DEL CAFÉ

Da energía. Los investigadores han encontrado que la cafeína estimula al sistema nervioso, facilitando la coordinación, mejorando el estado de ánimo y la motivación.

También incrementa la energía, la resistencia y la rapidez, y disminuye el cansancio.

Ayuda a estar alerta. Estudios recientes han demostrado que incrementa la capacidad de estar en un máximo estado de alerta y concentración.

Reduce el dolor de cabeza. Una taza de café puede disminuir o eliminar el dolor de cabeza cuando éste se debe a la tensión de los vasos sanguíneos del cerebro.

El café tiene la propiedad de dilatarlos reduciendo la intensidad del dolor, incluso puede favorecer el efecto analgésico de la aspirina.

Evita coágulos sanguíneos. Actualmente se trabaja en fórmulas de cafeína para medicamentos que previenen infartos y embolias cerebrales.

Reduce el riesgo de sufrir Parkinson. Un estudio reciente señala que tiene una sustancia protectora que reduce el riesgo de padecer Parkinson.

Se probó que las personas que no toman café tienen de 2 a 3 veces más probabilidades de desarrollar la enfermedad que quienes sí lo toman.

Mejora el asma y las alergias. La cafeína dilata los bronquios, combatiendo las crisis de asma y otras alergias.

Incluso en la actualidad la cafeína es una de las principales sustancias de muchos medicamentos para problemas respiratorios.

Previene la formación de cálculos. Varios estudios han comprobado que tomar una taza diaria de café ayuda a prevenir la formación de cálculos renales y biliares.

El café tiene un efecto diurético y mediante el incremento de la eliminación de orina se desechan minerales que podrían acumularse.

No aumenta el riesgo de osteoporosis. Si se consume la cantidad necesaria de calcio, la cafeína no modificará el calcio en los huesos.

No provoca úlcera. Las úlceras son causadas por la bacteria helicobacter pylori, mas no por tomar café.

El exceso de café (más de cuatro tazas diarias) aumenta la producción de jugos gástricos y puede agravar cualquier lesión estomacal.

Por lo tanto, al igual que otros alimentos irritantes, no se recomienda si se padecen de problemas gastrointestinales.

Disminuye el riesgo de desarrollar cáncer. Consumir más de dos tazas diarias de café previene varios tipos de cáncer como el de colon o de vejiga.

Esto debido a que el café contiene 300 sustancias benéficas y antioxidantes.

Incluso el café podría ser base para nuevos medicamentos para combatir el cáncer.

No afecta al embarazo. El consumo diario de 2 tazas de café no afecta la reproducción ni genera ninguna consecuencia negativa en una mujer embarazada.

No afecta su consumo en la infancia. La cafeína no produce efectos negativos en las cantidades que puede consumir un niño.

Hay estudios que demuestran que la cafeína no es tóxica en los niños normales.

Sólo en los niños hiperactivos debe ser restringida, pues es un estimulante.

Previene las caries. Ayuda a prevenir la caries, pues evita el crecimiento de bacterias en la boca, siempre y cuando se tome sin azúcar ni leche.

Disminuye la depresión. La depresión es una enfermedad y como tal se debe tratar bajo la supervisión médica de un especialista.

Sin embargo, estudios de centros de investigación con reconocimiento mundial, descubrieron que el consumo moderado de café ayuda a sobrellevarla.

Esto es debido a que es un estimulante natural que brinda energía.

Reduce el riesgo de desarrollar diabetes. Beber de 3 a 4 tazas de café al día puede reducir hasta en un 30% el riesgo de desarrollar diabetes.

Lo anterior, gracias a que sus componentes disminuyen la concentración del azúcar en la sangre.

Obviamente el consumo excesivo de cafeína puede provocar problemas en el organismo, como otras tantas sustancias que se consumen en exceso.

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